efecto rola

Mientras venía a trabajar por la tarde, me llamó un muy buen amigo para preguntarme si iba a hacer algo hoy por la noche, si no, me invitaba a salir a Irapuato (para sonsacar al tercer amigo de su trabajo e irnos de juerga) y allá a ver hacia qué lugar nos dirigíamos a pistear como solíamos hacerlo hace aproximadamente dos años, en los que nuestras ocupaciones laborales nos daban tiempo libre para hacer y deshacer las tardes-noches…. Mientras íbamos platicando, en mi radio sonaba “Mi gran noche” (versión COX), y mi ánimo estaba hasta el tope, le dije que nada más hacía unos escritos y los dejaba en el privado del jefe y lo contactaba.

Cuando colgó, empezó a nublarse, y mi ánimo comenzó a cambiar…. La euforia de hacía cinco minutos, había cambiado hacia una sensación, no menos intensa, pero sí con un brío diferente…. Algún día leí en el libro “Roma en llamas”, un párrafo que más o menos decía así: “Cato decía que el hombre que no era capaz de controlar sus pensamientos, no era digno de ser llamado como tal.”, pues a partir de ahí he tratado de ser racional y frenar mis pensamientos y sentimientos. Pero a veces, obviamente, no puedo hacer nada contra ellos… y me pasó a mí…. En el radio ahora sonaba “It’s a sin” de los Pet Shop Boys (no digan nada de la música tan actual que escucho jajaja!), y de repente, miré el retrovisor y había una camioneta con un joven de piloto, yo calculo que era un poco más grande que yo, pero de verdad que no entendía bien lo que pasaba en mi interior….. Siempre he frenado a mis hormonas cuando comienzan a salirse de control, y en el intento, me baño, me como un chocolate, voy al cine, no sé!! Hago lo que sea, con tal de no sentir ganas de eso!!!!! Estuve a punto de pararme, crear un caos vial, ir hacia esa camioneta, abrir su puerta, jalar al hombre, besarlo y regresar nuevamente a mi auto para desquitar esa horrible calentura de la que siempre me encuentro huyendo……

Ya cerca de mi trabajo, estaba haciendo todo tipo de reproches mentales hacia mi lado concupiscible, empezó a llover, y todo mi ánimo volvió a cambiar…. Ahora sonaba “The sound of silence” de Simon and Garfunkel o algo así (ya sé, ya seeeé, esa música de abuelita que me late caray!!!), y parecía que toda mi energía había quedado ahí…. Por primera vez, en mucho, mucho tiempo, deseé tener una voz masculina que me brinde compañía en estos días nublados…. Pero en cambio, sólo hay silencio.

Entregué mi trabajo pendiente, y cuando venía de regreso a casa, escuché en el radio "Karma Police" de Radiohead, y fué peor!! casi, casi me ponía a llorar ahí y deseé que el tráfico disminuyera considerablemente para poder llegar rápidamente y terminar con esta locura musical...

Ahora estoy toda aguitada en mi casa y me pongo a pensar en lo que una miserable canción puede provocar dentro de mí.
Voy a ponerme jeans, a quitarme estos tacones que no aguanto un segundo más y... voy a llamar a mi amigo, después de todo, puede que hoy sea mi gran noche.