Respira.

"Llegamos demasiado tarde, a un mundo demasiado viejo."
(La carta esférica, por Arturo Pérez-Reverté).

Médico Partero: Señora, lo siento…. Su hijo está muerto.
Señora jadeando aún por el trabajo de parto y llorando: No por favor, dígame que se puede hacer algo todavía por él….
Médico Partero: Lo siento mucho, el hospital está lejos y no hay nada que yo pueda hacer ya… el niño broncoaspiró.
Señora balbuceando: Iba a llamarse Maximiliano.
Médico Partero: En verdad, hubiera querido hacer algo más.
(Salamanca, Gto., fecha aproximada: 1960)

¿A dónde van las almas de aquéllos que no logran tener conciencia propia?
¿A dónde van aquéllos que no tuvieron oportunidad de llorar al llegar a este mundo?
¿A dónde van las vidas de aquéllos seres que ni siquiera alcanzaron a tener un nombre?
¿A dónde van todos los sueños y fantasías que se construyeron mientras él estaba en el seno materno?
¿A dónde fuiste mi querido Maximiliano?...

Debías nacer.
Debías alimentarte de mí.
Debías crecer.
Debías traer alegrías a mi vida.
Debías apoyarte en mí al dar tus primeros pasos.
Debías despedirte temeroso de mí tu primer día de clases.
Debías sonreír tantas veces, como tantos eventos geniales llegaran a tu vida…
Debías haberte vestido como James Dean y ser todo un rebelde sin causa.
Debías haberle hecho el amor a diversas mujeres, hasta encontrar a aquélla que te hiciera desear reproducirte.
Debías haberme regalado un par de rosas blancas cada 12 de Febrero.
Debías respirar ese primer instante caray!!....
¿Por qué no lo hiciste Max?
¿Por qué no te esforzaste un poco más, mi hermoso niño…..?


Ella: Oigan, hay algo raro en el ambiente, cuando desperté comencé a escuchar risas de niños y no hay nadie en la calle.
Andrea Carolina: Por favor, mudémonos a otra casa, cada noche, viene hacia mí… Ya he dormido en todos lados y sigue persiguiéndome…
Mamá: ¿Qué está pasando aquí?
Emilio: Yo también lo he visto. Es un niño.
Ella: No pasa nada, son sólo sombras o ruidos que se quedan en las construcciones viejas.
Andrea Carolina: Yo no lo creo, esa cosa es de otro mundo y me sigue a todos lados, me da miedo esta casa….
Mamá: Voy a traer a un padre para que bendiga esta casa.

Dicen que se van al limbo o seno de Abraham, dicen que divagan por esta dimensión en busca de la suya, dicen que hacen contacto con nosotros mientras ellos duermen, dicen que se sienten con derecho de pertenencia.
No sé qué buscan.
Paz.
Imágenes que no lograron ver en su momento adecuado.
Sonidos ajenos que nunca podrán hacer suyos.
Una redención que nunca llegará.
O simplemente, una familia putativa que quiera adoptarlos.

Mamá: Está enojado de nuevo.
Ella: Sí, yo también escuché que azotó las ventanas.
Mamá: Ayer lo ví cuando desperté, estaba a mi lado y tenía la cara blanca y esquelética.
Emilio: No le hagan caso y solito se va.
Andrea Carolina: Si vamos a vivir con él, hay que ponerle nombre. Se llamará Luisito.

Mamá y Emilio: Oye floja por qué te volviste a dormir?? Despierta!!
Ella somnolienta: No inventen, son las 7 am, me dormí a las 5, tengo mucho sueño, ahorita los acompaño a desayunar.
Emilio: Pero te estabas bañando hace 15 mins…
Ella despertándose: Claro que no!! Estoy toda cruda, cómo voy a bañarme!! Ve mi pelo, no está húmedo…
Mamá: Ahorita que subimos alguien se estaba bañando, supusimos que eras tú y bajamos a la cocina, subimos hace quince minutos y te tocamos en el otro cuarto para preguntarte por qué te habías levantado tan temprano y tú nos respondiste: Enseguida bajo… era tu voz….
Ella: ay no me chinguen….

Ella: Emilio te dije que ahorita no vinieras aquí!
Andrea Carolina: Oye… Emilio no está aquí.
Ella: Lo ví en el reflejo de la vitrina…
Andrea Carolina: Yo también sentí a alguien detrás de nosotras.
Ella: Ese Luisito, regresa cuando menos uno lo piensa… pero oye, qué grande está ya, diantres! Apoco también ellos crecen?.. Lo único que sigue estando igual, son sus vestiduras negras.
Andrea Carolina: Sabe. Cambiemos de tema.

¿También tú creces Maximiliano? Si te enojas, avientas puertas o ventanas, si te entristeces apareces de pie con la mirada ida… ¿Qué es aquello que tú ves? ¿Qué es lo que te sigue atando a esta ruta? ¿También tú sientes o te asombras?

Ella: Emilio qué estabas haciendo ahorita en el cpu?
Emilio: Tipa loca, he estado aquí todo el rato.
Ella: claro que no, te ví agachado ahorita viendo el cpu.
Emilio: Era Luisito, anda por aquí, el otro día lo ví sentado en tu cama.
Ella: No te has dado cuenta que te quiere imitar? Está de tu altura y se peina como tú.
Emilio: Bien fashion ese Luisito.
(risas de ambos).

Mamá y Andrea Carolina: Despiértate!! Hay alguien aquí, pero ese alguien es malo, está enojado, está golpeando cosas.
Ella: Me voy a dormir con ustedes dos.
Andrea Carolina: Creo que es porque estoy leyendo Fausto… en ese libro, Fausto le vende su alma al diablo a cambio de conocimiento, y es el libro que está cayéndose de donde lo dejé.
Ella: todo por tu culpa!! Para qué lees cosas del diablo we!!
(puerta del exterior abriéndose, pero no se escucha que se cierre)
Ella: Por favor que ya amanezca, que ya amanezca!!

¿Son entes amigables? ¿O también hay maldad en ellos? Al fin y al cabo, dentro de todo aquello que existe o puede llegar a existir, existe el bien y el mal… Más allá del bien y del mal, sólo Nietzche pudo echar un vistazo. Mi mente limitada no alcanza dicho entendimiento, ni siquiera por contemplación.

Llegando al hospital: ¿Dónde está Emilio?
Doc: El joven se encuentra bien, no se preocupen, unos cuantos puntos en la nariz y ya.
Tránsito: újule, pues para haber sido pérdida total del automóvil, ese niño está súper bien.
Ella afligida y viendo sangre en el rostro de Emilio: ¿Emilio, estás bien? ¿Perdiste el conocimiento? ¿te duele?
Emilio en shock: Yo estoy bien, los demás cómo están?
Tránsito: Todos los demás están bien, ve a que te hagan tu curación.
Emilio (unas horas después): Cuando choqué, me estrellé contra el volante, pero salí para ver cómo había quedado el carro, estuve a punto de desmayarme, recuerdo que venían más vehículos, y que todos los demás estaban adentro del carro, recuerdo que un hombre llegó a mi lado y me abrazó y me dijo que no me preocupara, que todo iba a estar bien, que no me iba a abandonar… Luego, me desmayé, y cuando reaccioné ese hombre ya no estaba, pero un taxi llegó y me llevó al hospital civil, no me cobró, y no ví su número.
Ella: Fmi, te quiero mucho… No vuelvas a asustarme así cabezón.
Emilio/Fmi: jess yo también te quiero mucho.
(Noviembre 2006)

¿Caminas entre nosotros? ¿Alguien te envió a cuidarnos? ¿Sí llegaste a nacer siempre Maximiliano? ¿Llegaste tarde a este mundo demasiado viejo? ¿O es un aviso de que todavía hay tiempo…?

Max, abre los ojos… Respira.