El verdadero sexo en la ciudad

La mujer es un manjar digno de dioses, cuando no lo cocina el diablo.
William Shakespeare.

No es que seamos de Venus, es que somos Venus.

Hay una infinidad de mitos revoloteando alrededor de las mujeres, que qué mejor que una exponente del género para desmentir, aclarar y confirmar determinados puntos.

En los siguientes renglones, no hablaré por todas las mujeres, porque creo que todas y cada una de nosotras, concebimos de manera diferente muchas cosas, y sin duda alguna, que algunas personalidades no tendrán cabida en mis letras, pero haciendo de lado esas excepciones, es que hago el siguiente planteamiento:

¿Cuándo mi bisabuela hubiera concebido un mundo donde la mujer “bien” tuviera (sic) independencia económica, tomara cerveza públicamente, usara pantalón y ocasionalmente corbata para ir a trabajar, sexaran con todos los hombres y mujeres que se les apeteciera, llegara a los treintas sin ningún matrimonio en el haber (no digan nada, no digan nada!), prefiriera ser la que estuviera arriba (“pa’ que se cansen ellas” dice la Arrolladora) y Supiera manejar un vehículo (medio mensamente, pero manejar al fin y al cabo!)?

¿Cuándo mi bisabuela hubiera concebido un mundo donde la mujer “bien” no conociera en su vocabulario la palabra “nixtamal” (jaja lo había escrito con z… bendito Word!), y más aún la manera de prepararlo a las 5 am? Un mundo, donde la mujer valorara más las perlas de la abuela que la receta de la abuela, “Baño María!! Qué es eso!!!”; Un mundo donde la mujer prefiriera (bueno aquí yo no entro ni a chingadazos jaja) conservar su escultural cuerpo y no deformarlo con embarazos; Un mundo donde la mujer supiera leer y escribir, y no solamente estampar sus huellas digitales o iniciales; Un mundo donde la mujer no supiera qué es lo que pasa cuando el tecolote canta; un mundo donde la mujer hetero o bisexual se sintiera atraída por rasgos masculinos/femeninos “No mijita, los hombres deben tener la triple F, Feo, Fuerte y Forracho!!” (Y Cristiano Ronaldo no es femenino, vean, vean cómo juega fut! Un hombre con ese toque de balón es remachín, dije, dije y dije!).

Desde mi perspectiva, el tremendo error del mundo femenino actual es querer tenerlo todo a la vez.
Queremos comernos a puños el mundo, olvidamos que (una mera analogía) el mundo se creó en siete días, no en cuatro segundos.

Los medios nos bombardean a todas horas haciéndonos creer que el súper hombre de Nietzche es nada en comparación de lo que puede llegar a ser la súper mujer de Coco Chanel.

Y he ahí, que muchas creemos que el mundo es nuestro y que…. podemos ser exitosas en todos los aspectos de la vida, tanto en el aspecto profesional, como en el emocional y/o sentimental, como en el familiar, como en el sexual, como en el económico y en el social, por citar los que se vienen a mi mente.

Queremos tener todo a la vez, pero no queremos pagar el precio exigido.

La publicidad (y las series idiotas de televisión, Sarah Jessica escupo todo lo que tú y tu FALSO y superficial personaje representan) olvidan el pequeño detalle de que un salario mínimo/promedio no paga la renta de un depa con todos los gastos que ello implica, aunado a un runrún pequeño/mediano con todos los gastos que ello implica, ropa, calzado, accesorios y maquillaje (no digan de las grandes firmas, si no ya de marcas comerciales), tintorería, supermercado, estilista, instituciones bancarias, vida social, cine, kit palomero para el cine, anticonceptivos, cremas antienvejecimiento, cremas hidratantes, cremas nutritivas, cremas antiestrías, cremas anticelulitis, cremas de día, cremas de noche, cremas de ahí en cuando, cremas, y más cremas, y terapia que nos aclare cuál es el rol de una mujer en sociedad actualmente…

No es por nada, pero MIS RESPETOS para los hombres de antes.
No entiendo cómo a los hombres no les dolía/duele el codo mantener a una(s) mujer(es).

Neta.

Si a mí un hombre medianamente atractivo, medianamente motivador tzzzz y medianamente buen hombre en conjunto me dijera “Me caso contigo, te hago todos los hijos que quieras, te doy tu ración de felicidad cada vez que se te antoje y hasta te cocino, pero mantenme”, yo la verdad no pensaría ni tantito y diría “Nel, ni que estuvieras de moda (luego no me alcanzaría para mi tinte rubio, y podrían valerme las cremas antiestrías, al fin que la oscuridad subsana cualquier defecto físico, pero… la raíz del pelo castaña oscura?!?!! Nunca Jamás!!!).”, porque ¿Cooooómo una mujer va a mantener a un hombre?!?!?!”, Ah no, queremos ser exitosas y que nos paguen lo que queremos.

Dimos una probadita de libertad, nos dejamos guiar por modelos inalcanzables y como diría mi bisabuela “Ves burro y se te antoja viaje”.. Yo veo burro y se me antoja otra cosa…… jajajaja!

En fin, yo en lo único que quiero hacer hincapié y de lo que me acabo de dar cuenta, es que la mujer, en efecto no es de Venus, es Venus, y por lo tanto es un mecanismo perfecto.

Un mecanismo que reinicia cada mes y que tiene un reloj biológico.

Si nuestra avaricia hace que pospongamos la maternidad hasta el momento en que:
a) Llegue el príncipe azul.
b) Tengamos un salario de 50 mil mensuales.
c) Hayamos vivido la vida loca.
d) Nos aterre la soledad.


Estamos mal, requete mal.
Aprendí que la mejor edad para que la mujer incursione en la maternidad está en el rango de 25-35 años de edad, de los 35 a los 40 desciende como un 24%, y pasando los 40’s desciende un 80%.

Esto, tomando en consideración, de que un hijo no es un elemento que supla otros factores, es decir, no tenemos uno, dos o tres hijos para no sentirnos solas (para eso están los pollos, lechones y chivos, ah! Y perros y gatos) o para salvar un matrimonio (para eso está la terapia conyugal o el divorcio), decidimos (o no) convertirnos (o no) en padres para mejorar al mundo.
Porque al fin de cuentas, no amamos a nuestros hijos por lo que esperamos que ellos lleguen a ser, sino por lo que ellos deciden ser, y seguramente, ésta decisión estará basada en las enseñanzas de los padres, quienes, si hacen una buena labor, seguramente aportarán su granito de arena a la humanidad y a las siguientes generaciones.

Yo por lo pronto, he decidido que (y es de sabios cambiar de opinión) tendré a Maximiliano a los 32 años (si mi naturaleza lo permite); al fin que vida para encontrar a mi Romeo (si tengo vida claro) habrá mucha por delante, y puedo llegar a un altar a los 40’s, pero no puedo disponer de mi reloj biológico.

Eso sí, antes de pensar en la maternidad, no sé cómo le haga o en qué palo me trepe, pero me pagaré un crucero de solteros en el Caribe….

Yeah, yeah!

Ya me vi junto a todos esos bombones mega tzzzzabrosos……

¿Sex and the city?

JAAAA y doble y triple JAAAAAA!
¡¡Mis polainas!!

Mientras llego a los 32……..

Trabajaré arduamente para ser la profesional que un día espero llegar a ser, leeré todos los libros que pueda para ser una madre culta, batallaré otro año y medio para terminar de pagar mi runrun, seguiré habitando con mi mamufa porque nomás no gano para pagar renta snif sif, seguiré malgastando mi dinero porque no tengo responsabilidades trascendentes, seguiré viviendo inmaduramente para que nadie me diga y nadie me cuente.... y....

Dejaré que me cocine el diablo, y en lugar de vestir santos, me dedicaré a desvestir pecadores.

¡He dicho!