lunes, 31 de mayo de 2010

¡Squash, Squash!

El día 02 de Enero del presente año Mamufa, Fmi, Ardilla y yo decidimos irnos de finde hacia la Ciudad de Puebla.

Por el puro gusto de conocer un nuevo lugar.
Bueno, Ardilla ya lo conocía, pero esa vez no tuvo tan grata compañía cof, cof, cof.

Decidimos hospedarnos en un hotel céntrico y muy barato.
Causa de ello, duramos una semana entera con ronchas.
Pero gracias al bajo costo habitacional pudimos hacer unos gastillos extras.

Una conocida nos recomendó ampliamente conocer y/o desayunar en un hotel de categoría Boutique llamado “La Purificadora”.
Nos explicó que dicho hotel de categoría especial tenía pisos de vidrio y un estilo muy peculiar.

El chiste y para no hacerla de emoción, es que fuimos a tomar el brunch el domingo antes de partir.
Desde la entrada uno se da cuenta que es un hotel muy lindo.
Fmi dice que ese tipo de hoteles es para irte a encamar con tu pareja.

Ya una vez que degustamos los alimentos, Ardilla y yo nos paramos hacia el tocador.
Pero en el camino, vi unas piedras de río cubiertas de piso de vidrio, tal cual nos lo había mencionado mi conocida.
Yo haciendo gala de mis conocimientos de chica de mundo le dije a Ardilla “Oh claro, caminemos sobre el piso de vidrio, muy nice las dos.”.
Ardilla como siempre ha creído en la verdad absoluta de mis palabras, dio un paso al unísono que yo.

Y en eso…… sólo se escuchó un: ¡¡¡¡Squash, Squash!!!!!
Resultó que el piso de vidrio no era un piso de vidrio, sino una fuente.
Plop!!!!

Las dos nos salimos rápidamente del agua y muertas de la risa nos dirigimos hacia unos sillones colocados cerca del lugar, y al hacerlo, dejamos nuestras huellas marcadas con el agua que acabábamos de pisar.

Sólo recuerdo que Ardilla blasfemó contra mí y me dijo que nunca más volvería a hacerme caso con mis guarradas.

Definitivamente, una pueblerina nunca debería ir a una ciudad.

Me pongo a pensar qué hubiera sucedido si como bien dice Fmi, hubiera acudido a tal lugar acompañada de un chico guapo que me hubiera visto entrar a la fuente muy segura de mí misma….

O se hubiera enamorado perdidamente de mí por mi inocencia pueblerina, o me hubiera pagado una habitación diversa a la de él (en el hotel céntrico y piojoso) por mis conocimientos anti-citadinos.

:P

jueves, 27 de mayo de 2010

Ella.

Alguna vez leí un libro para comprender mejor el mundo femenino, entendido éste como un continuo ciclo que se reanuda mes tras mes.

Así, logré entender muchas dudas.
Nenas que me leen, agradecerán este tip que leí en el libro: De sus días 10 a 15 (entiéndase el número 1 como el primer día de su “Andrés”), el cuerpo femenino es una verdadera bomba hormonal.
Luces mejor, bajas de peso, el pelo luce más hermoso, la piel más tersa, los ojos brillan más, el ánimo está de perlas! La personalidad es un imán para atraer todo, tanto hombres, como sexo, como buenos negocios, como buenas salidas amistosas, en fin, uno es feliz, lo que se dice feliz.

Posteriormente inicia el declive.
El cambio drástico de ánimos.

Yo estoy en ese cambio drástico de ánimo.
Aunado a este horrible calor del nabo y a que tengo infinidad de ocupaciones laborales, me siento como encarcelada en los límites de mi cuerpo.

Muero de sueño y aburrición.
Sonrío más a fuerzas que de ganas.
Tengo un antojo cabrón de chocolates, pero al mismo tiempo me dan asco.
Siento náuseas y somnolencia a todas horas.

Y estoy segura de que no estoy embarazada.

De repente pienso: “Todo es mental.” “Todo es mental”.
Y sigo pensando: “Mente, hazme feliz.”.
Y no hay respuesta.

Me veo en el espejo y he de admitir que los rasgos infantiles de mi rostro han desaparecido totalmente.

Y he de ser franca, esto hace que me de un poquitín de miedo.

Voy a mi cita ginecológica semestral y el doc me dice: “Quítese la ropa y póngase esta bata.”.
Yo entro al baño, veo un espejo enorme enfrente mío, me quito la ropa, me pongo la bata, me siento en la silla ginecológica, me siento ultrajada y adolorida al sentir la manera en que el doc mete sus pinzas o lo que sea que meta (que mínimo invite un whisky antes de desvirginarme!!), hago expresiones de que eso duele un chingo, él me ve como diciendo: “No me chingues, esto no mide los 20 cm que te mega encantan.”, para hacerlo más agradable yo pienso: “Encuentra placer en el dolor, encuentra placer en el dolor!!!”, él me dice “Te estás subiendo, bájate!”, yo bajo mordiéndome los labios y apretando lo que encuentro cerca de mí.
Debido a mis antecedentes médicos le pregunto afligida al dolor si todo está bien, si no hay quistes, él me responde: “Todo perfecto para que ya te cases.”.
Yo sólo pienso: “Pus presente a su hijo si quiere que me case, sirve que estas consultas me salen de a gratis.”.

Pago, me voy y en carretera, por alguna extraña razón, quiero llorar.
Todo es mental, así que vuelvo a decir: “No llores mariquita, es algo hormonal que tú puedes controlar, soy una mujer feliz y plena, soy una mujer feliz y plena.”.

Me siento terriblemente friqueada.
Llego a casa, pienso en mil ideas, estoy a punto de quitarme lo ranchero y contactar a un nene que siempre me ha gustado, entro a su feisbuc, veo que felizmente, lleva un mes estrenando novia…. Sniffffffff……

Extraño estar al lado del viejerío en estos momentos.

Y entonces, de la nada, tengo mi idea feliz.

Ahora, ya es un hecho.

El día es el próximo 29 de Julio.

Jusssto a tiempo para chutarme todo el mundial. Yeah!

Cinco letras.

Comienza con P y termina con A.

Ella hermosa; yo graciosa.

Ella mágica; yo surrealista.

Ella lejana; yo aún más.

Mi pinche geniecito se ha ido a la bandeja de reciclaje.

Ahora sólo pienso en Ella.

….. Poco más de dos meses nos separan.

Espera por mí, Praga.

martes, 25 de mayo de 2010

Caireles.

Hoy por la mañana que me estaba maquillando observé el largo de mi pelo.
De mi falsa y rubia cabellera.

Volteé de tal manera que pude ver en el espejo hasta dónde me llegaba.

Siempre quise ser lacia, pero sólo acentuaba mi cara redonda el hecho de usar “cremas para alaciar el pelo” que no eran lo ideal para mi look.
Así, mi pelo quebrado y rebelde, cuando quiere, sólo cuando quiere, desquita los cien pesos del corte, se ven sus capas, y luce unos lindos caireles a media tarde. Envídienme Rapunzel y Ricitos de Oro. Ja!

Pero el chiste es que hoy mientras me peinaba hice la cuenta de que el actual largo que tengo, es el resultado de 9 laaaargos años de espera…. En el año 2003 me dio uno de mis clásicos ataques misóginos, reté a la naturaleza en contra de mi fatalidad femenina, y corté mi pelo lo más que pude.

La naturaleza me respondió sabiamente y duré nueve años en volver a verme como persona normal.
Ya que se negó rotundamente a proveerme de cabello aún con todo y que usaba yo crema de papa, aceite de oso, jitomate, mayonesa, mostaza y diez mil y un pócimas que aceleraran el crecimiento de mis vasos capilares.

Pero hoy por la mañana….. también recordé años atrás…. Muchos años atrás.

Desde que tuve uso de razón, había dejado que mi cabello creciera, tenía yo cierta empatía hacia Daniela Romo y quería llegar a tener el pelo hasta la cintura como ella.
Mamufa sabía que yo amaba mi pelo, pero también sabía lo mucho que ella odiaba peinarme todas las mañanas para ir a la escuela.
Máxime que como dije, mi pelo era rebelde, muy rebelde.
Haciéndome acreedora a que todos en la familia me dijeran “Vic” por el personaje de Vincent en la serie televisiva de “La bella y la bestia” que más de alguno por aquí ha de recordar.
O en su caso, también me decían McEnroe, el famoso tenista norteamericano.

Pero a mí nunca me importó eso. Yo amaba mi cabello castaño y largo.

Y una tarde oscura, mi mamufa me tomó de la mano y me dijo que iríamos a la panadería, yo tomé su mano, mamufa me compró mi pan favorito, y de regreso pasamos por una ruta desconocida, haciendo alto en la estética a la que acudíamos.

Yo pensé que mamufa cortaría su pelo, pero…. Fui yo la que subió a la silla.
Y mientras en mi mente pensaba que sólo lo despuntarían, ví uno a uno caer todos mis caireles.

Permanecí inmóvil obedeciendo a mamufa, pero al unísono de los caireles que iban cayendo, también de mis ojos brotaban lágrimas de profundo dolor.

Hoy a 22 años de ese evento, vuelvo a ver caireles en mi pelo.

viernes, 21 de mayo de 2010

runrún

Cuando yo era niña, el tener automóvil era un lujo.
Y un lujo, que para acabarla, no podíamos darnos.

Así que siempre andábamos o bien caminando, o en la ruta número 13.
Y de vez, en vez, podíamos pagar el lujo del taxi.

Cuando entré a secundaria, las instalaciones de dicho plantel educativo se encontraban a las “afueras” de la ciudad, y para acabarla, para llegar ahí, necesitábamos atravesar una calle enoooorme sin pavimentar, porque ninguna combi pasaba enfrente de mi secun, así que en los días lluviosos y cuando mi transporte particular no pasaba por mí, mis pobres zapatos terminaban todos enlodados.

Una vez, mi mamufa me llevó a la secundaria por mi boleta, yo no sabía bien en ese entonces los límites o alcances de la economía familiar, pero sólo sabía que mamufa no podía pagar taxi y tendríamos que ir en combi.

Las lluvias de julio hicieron que mamufa y yo fuéramos zigzagueando el camino, y veíamos a nuestro lado pasar todos los autos de las alumnas “nice”.

Mamufa veía y veía a los “spirit”, decía que eran muy bonitos y me decía que cuando yo fuera grande le comprara un carro así.

Yo sólo reía y le decía que le compraría el carro que ella quisiera, aunque pensaba que nunca podría pagarle un carro tan lujoso.

Cuando yo cumplí catorce años, una hermana de mi mamá que se había ido a radicar a la ciudad capital, tuvo su despegue como profesionista, y nos vendió su carro (Un súper bmw con carrocería de vochito) y por primera vez, tuvimos vehículo.

En ese vw aprendimos a manejar tanto mamufa, como ardilla, Fmi y yo.
Y fue en él donde comenzó nuestro historial automotriz.

Hace cuatro años yo me encontraba manejando hacia el DF en mi súper pointer, cuando a mi lado vi pasar un auto novedoso, moderno, elegante pero juvenil, con una línea de poca madre, parecía que cortaba el viento sutilmente mientras aceleraba, vamos, con estilo el pinche carro!!

Nunca antes lo había visto, y mientras yo estaba boquiabierta sintiendo la poca estabilidad de mi auto en carretera, vi avanzarme en cuestión de segundos al auto de mis sueños.

Y pensé: “Yo quiero ese auto.”.
Claro… ahí para cuando cumpliera yo unos cuarenta o me sacara el melate o comprara uno de esos pero con placas de los States.

Llámenlo ustedes energía positiva, estrellas que cumplen los deseos, golpe de suerte u orden cósmico, no sé… pero un año después se reunieron mil casualidades…..

De esas veces que viene todo seguido, un evento fortuito y afortunado, seguido de otro, y otro más, y así sucesivamente… que hasta a uno le da miedo pensar que algo tan bueno pueda estar sucediéndole….

El chiste y para no hacerla de emoción, es que exactamente hace tres años, vendí mi pointer, junté mis ahorros, y sin ningún tipo de historial crediticio, me apersoné a la agencia para tramitar la compra de runrún.
Y cuando yo juraba que nunca en la vida alguien confiaría en mi capacidad económica… voilá!

Runrún llegó a mí.
En color azul eléctrico.
Siempre había soñado con tener un auto de ese color.
Azul que te quiero azul.

Hoy a las cuatro de la tarde acudiré a la agencia a recoger la factura a mi nombre.
E iré con mamufa de copiloto.

Hoy runrún ya no es un auto del año, pero sigue siendo la materialización de algo que nunca pensé llegar a manejar, sigue siendo hermoso para mis ojos, juvenil, con una línea de poca madre, corta el viento en carretera, me creo “la muy, muy” al manejarlo…

Mamufa creía en mí cuando yo era adolescente, ella creía más en mí que yo misma.
Y eso es algo que nunca olvido, ni siquiera cuando voy cortando el viento con estilo.

miércoles, 19 de mayo de 2010

Quiero.

He estado poco más de un mes buscando enfáticamente un terreno para invertir en algo que realmente valga la pena, me de un poco de “estabilidad” y sea el inicio de algo propio.

¿Sabían ustedes que si invierten doscientos mil a un plazo fijo de un mes, al final su dinero les habrá generado la grandiosa cantidad de 300 pesotes extras?

Pffff…. Regresando a mi búsqueda inmobiliaria….

En el inter, me he dado cuenta que…. hubiera querido tener un novio con puntos de INFONAVIT suficientes para pagar de contado el terreno (yo), y tramitar un crédito hipotecario para la construcción (él).

Si alguno de ustedes amables lectores, tiene suficientes puntos, no lo dude un sólo segundo. Déjeme su mensaje, unamos patrimonios y tengamos una linda casita en Salamanchester, con una habitación principal con clóset enorme y espejos en el techo.

Ahora bien, en el transcurso de esta semana me di cuenta de que no sólo quiero un pedazo de tierra, también la quiero a Ella.

La quiero debajo de mí para luego tenerla enfrente y hacerla mía de una manera tan intensa, que no importa quién haya estado antes, ni quién vendrá después, que nunca vuelva a ser la misma desde su roce con mi piel.

Quiero que me escuche hablar y me observe reír, quiero verla toda, desnuda, excitante… mágica.

Y qué mejor que sea a mis 28 años. Cuando conozco a la perfección todo aquello que me estremece y me hace sentir viva.

Su nombre me lo reservo.

Sólo sé que su belleza es totalmente diferente a la mía.
Y allí radicará el éxito de nuestro affair.

martes, 11 de mayo de 2010

Us

"They made a statue of us
And it put it on a mountain top
Now tourists come and stare at us."
Us. Regina Spektor.

Cada mañana, inicio mi día escuchando una canción.
La misma canción.
La rutina es parte de mi vida, pero no porque sea costumbre.
Para algunas personas, la rutina es la manera de no sentir que se naufraga por el océano de la incertidumbre.
La rutina es un acto de permanencia, para alejar al olvido.

A veces, cuando observo otras vidas, me pregunto por qué yo no viví algunas cosas.
Algunas cosas idiotas o cursis, pero que me hubiera gustado experimentar en carne propia.

Como el hecho de despertarme por la mañana en una fecha especial y ver a mi runrún lleno de post it con mensajes cursis; como de recibir una cadena con un medio corazón asimétrico pero que se complementa con una mitad que cuelga del cuello de otro; como llegar un día a mi oficina y tener un par de rosas blancas en mi escritorio, sin nota o remitente, porque él sabría que yo entendería el mensaje a cabalidad; como recibir una llamada a las cuatro de la madrugada, un día "cualquiera", y escuchar “Strangers in the night” al otro lado del auricular.

Luego me doy cuenta que pierdo mi tiempo soñando con cosas rosas, y regreso a mis códigos y a mi mundo real.

Debe ser que estoy en días hormonales donde las sensaciones se intensifican, aunado eso a la maldita primavera, pero entonces recuerdo el por qué él es especial.

Digo, sé que no será para mí, y yo no seré para él.
En términos de pareja.

Me gusta escuchar sus odiseas.
Me gusta saber que está ahí, aunque no haga acto de presencia.
Me alegran sus triunfos.
Me inquietan sus tristezas.
Me embriago de sus besos cuando está a mi lado, porque sé que pasará mucho tiempo antes de que pueda volver a rozar sus labios.
Me contagio de sus gustos y manías.

Me pregunto si él también me extraña cuando no sabemos nada el uno del otro.

Porque, No importa no haber despertado un día y ver a runrún lleno de post it, ni tener en mi cuello colgando una pieza que se complemente con otra pieza que cuelgue del cuello de alguien más, ni escuchar mi celular un día a las cuatro am y oír Strangers in the Night del otro lado del auricular, ni snif recibir un día dos rosas blancas en mi cubículo laboral..... si ya él me ha dedicado una canción.

Sé que pase lo que pase, habrá una ciudad con nuestros nombres y una estatua levantada con base en nosotros.

Seguiré escuchando sus odiseas, alegrándome con sus triunfos, inquietándome con sus tristezas, preguntándome si él también me extraña cuando no sabe de mí…

Seguiré escuchando cada mañana Nuestra canción.

domingo, 9 de mayo de 2010

Crazy Heart.

Ayer por la mañana se atravesó en mi camino un gato negro, yo me detuve impactada pensando en TODA la mala suerte que llegaría a mi vida dicho evento aislado.

Luego aceleré y me calmé pensando en que eso de la mala suerte no existía.

Cuatro horas después, un tránsito de la ciudad vecina de Irapuato me estaba infraccionando por haberme dado una vuelta prohibida.
Seis horas más tarde estaba yo probándome un vestido que antes me cerraba y ahora ya no.
Doce horas más tarde estaba yo escuchando cómo la carrocería de mi runrún se madreaba con un tope imprevisto.

.......

Veinticuatro horas más tarde, estaba yo buscando el pinche gato negro ése, para darle comida envenenada.

Yeap, si existe la buena suerte, por lógica, también existe la mala suerte.

Y hablando de suerte, estos son los zapatos de tacón dorado posteados en mi anterior entrada.





Y ésta es la manera en la que se ven puestos.




Por otra parte, desde que ví que Jeff Bridges le ganó el Oscar como mejor actor a mi novio George Clooney este año, me propuse ir a ver la película “Crazy Heart” en cuanto ésta llegara a la cartelera, máxime que al leer la sinopsis supe que era una película de música country.

Cuando era niña me enamoré de dicho género musical al escuchar esta rola.

Aún la tarareo mientras suena en las estaciones de los “oldies”.
Y me imagino a mí siendo toda una reina de corazones.
Alguna vez en la vida, me sentía así mientras usaba estos zapatos.




Que puestos se veían más o menos así.



Volviendo a la película, estábamos mamufa, Fmi y yo viendo los cortos de las películas próximas a llegar a la pantalla grande, cuando casi vomito las palomitas (Nótese cómo me afligió no haber entrado en mi vestido anoche) al ver que estaba a punto de llegar “Sex and the City 2”, Fmi voltea y me dice: “Yo la verdad no entiendo por qué odias a Sarah Jessica, si el personaje de Carrie representa todo lo que tú aspiras a ser, y más o menos ya eres…. Ella es una profesionista exitosa y sensible, con buen gusto al vestir, independiente, autosuficiente, que busca al hombre de su vida sin aceptar a aquellos que no podrán complementarla.”, yo volteo y casi lo escupo, pero no pude contradecir lo que me decía…. En eso volteo a la pantalla y veo la ciudad de New York….. el día que conozca NYC, seguramente usaré estos zapatos.




Que lucirán de esta manera en mí.




Ya una vez comenzando la película, me di cuenta por qué Clooney no ganó el Oscar snif… Pero también me di cuenta que… ohhh Cielossss…. Qué guapo es Colin caray!!! Fmi volteó a verme con mi boca abierta y babeando, y me dijo: “Espero que mínimo sepas que él es europeo, por eso es que te gusta y seguramente fantasearás con él hoy por la noche, diagh! Sucia!”.

Yo sonreí, le di un codazo, y pensé que seguramente usaría este par de zapatos si alguna vez saliera con un chico de anatomía semejante a Colin (Déjenme ser!! se vale soñar!!).



Los cuales lucen así.




Saliendo del cine y en el trayecto de León a Salamanchester, venía pensando en todo lo que aprendí el fin de semana: en la buena y mala suerte; en los momentos en que las mujeres somos reinas de corazones; en las razones en las que mi vida es parecida a una mujer de sexo y de ciudad; en la genial manera, nostálgica e intensa, en la que suena la música country….

“ Mira Fmi!! Me compré este par de zapatos! ¿Qué te parecen ah?”




“Esos son zapatos europeos, hechos en Italia… por eso te gustaron…. No manches, tienes un mundo de zapatos en tu armario!”



¿Apoco no son perfectos para una mujer actual que gusta de música country y que posee un corazón alocado?