jueves, 30 de abril de 2015

Día del Niño 2015

Cuando era niña mi más grande temor era que al ir al sanitario, saliera un cocodrilo y me comiera.
Tenía tanto miedo que más de una vez pensé en escribir una nota de despedida para mi Mamufa diciéndole que si no me encontraba en la casa, era porque había sido devorada por un cocodrilo que vivía en el drenaje.
Hoy que pienso en ello me da risa el recordar los temores infundados de mi infancia, que, dicho sea de paso, en ese tiempo me parecían muy reales y posibles.
Quisiera creer que también mis temores de hoy son infundados, y mi yo anciana un día sonría al recordarme de 30 y tantos, temblando de miedo por mis cocodrilos actuales.
La infancia no solo es una edad de oro, para quienes recuerdan bien el pasado, también es una enseñanza de vida.
Feliz día a nuestro niño interno, que siempre está dispuesto a darnos la valentía que necesitamos para seguir adelante.

jueves, 16 de abril de 2015

Bajo la Luna de Toscana.

Siempre he creído que una persona no se vuelve cosmopolita por el número de ciudades que ha conocido durante el transcurso de su vida, sino por el número de lugares en el que ha dejado un pedazo de su corazón.

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Ella baja nerviosa al lobby de su hotel.
Sabe que en unas horas parte su tren hacia otra Ciudad y no dispone de mucho tiempo.

Durante los últimos seis años, ella ha tratado de entender a cabalidad lo que es el Tiempo.
Ese mismo tiempo que transcurre lentamente en las penurias; tan rápidamente cuando tu corazón y tu mente se agitan; y que se detiene pocas veces en la vida: cuando no puedes controlar tus emociones o sensaciones.

Así, un día estás cenando y tomando vino rosado en un rest donde dicen que Diderot comenzó a escribir La Enciclopedia, y Rousseau y Voltaire fraguaban ideas revolucionarias; y días después, te encuentras contando tus últimos centavos y tomando una cerveza regional en un lugar pintoresco y bohemio, tratando de recordar lo acontecido la noche anterior bajo la Luna de la Toscana.

Ella ha sido bendecida desde su nacimiento.
Ella ha conocido intensamente el amor....
El amor hacia la vida... Hacia su vida.
Que, desconozco si es el tipo de amor más importante, pero sé que es el que te saca adelante.
Pero de un tiempo a la fecha, desde hace seis años a la fecha, ella ha tratado de encontrar ese amor que no la complemente, sino que la perfeccione.

En el transcurso de esa búsqueda, ella ha sacrificado tanto y tan poco a la vez.
Ella ha hecho caso omiso a su razón y se ha lanzado a los brazos no de la locura, sino de la incertidumbre.
Así que ahora ella le teme a salir con alguien.
Piensa que va a echarlo a perder como tantas veces anteriores.
Sólo que ahora no tiene nada qué perder.
Es un hombre al que seguramente no volverá a ver en el resto de su historia.
Aún cuando al despedirse horas más tardes, él le dijo que siempre estaría por si un día ella regresaba a esa Ciudad.

Ella sabe que son palabras que todos decimos al despedirnos de manera definitiva para no perder un gesto dulce de amabilidad.

Pero qué son los grandes amores de la vida, sino recuerdos de momentos que son meras ficciones revestidas de dulzura y amabilidad?

Ella recibe un mensaje en su celular, de manera puntual, diciendo: "I'm here.".
Voltea desde donde está sentada y ve una plaza vacía que horas antes pululaba de transeúntes y de devotos que corrían a la Iglesia a escuchar misa del Domingo de Ramos.

Y entre la oscuridad, destaca la silueta masculina de un hombre florentino.

Las calles de Florencia son hermosas a plena luz del día.
La cuna del Renacimiento tiene un brillo especial que exalta el espíritu artístico de toda persona que la haya transitado.

Pero si se lo preguntan a ella, ahora, sin importar si ese ahora es mi ahora, o el tuyo, o el ahora suyo cuando ella esté agonizando, ella puede aseverar que recorrer alucinada las calles de la Toscana sólo con el reflejo de su Luna, es uno de los mejores recuerdos de su vida.