sábado, 8 de septiembre de 2012

Todavía puedo verlo arder.

"Todo arde si le aplicas la chispa adecuada."
Héroes del Silencio.

Recuerdo la vieja estufa de la casa paterna.
Era la estufa original que tuvo mi abuela paterna, o sea que era de las primeras estufas que se vendieron en esta Ciudad.
No era como las estufas actuales que funcionan a base de electricidad.
Su mecanismo de encendido era: 1.- Prender un Cerillo, 2.- Girar la perilla de la estufa por donde el gas salía, 3.- Bajar el cerillo por entre la parrilla, 4.- En cuanto salía la flama, tirar el cerillo y quitar en chinga la mano para evitar que tus dedos se quemaran.

En teoría parecía muy fácil.
Inclusive, cuando yo era niña y veía a mi Mamufa hacerlo, parecía de lo más fácil.

Cuando cumplí diez años, un día, Mamufa me tomó de la mano y me llevo enfrente de la estufa, me dio una caja de cerillos y me dijo que prendiera una parrilla.
Mi primera reacción fue decirle a mi progenitora: "No sé hacerlo".
Ella me vio fijamente y me dijo: "Hoy vas a aprender, observa bien, porque lo haré sólo una vez y luego tú lo harás sola."

Hizo el ritual de prender la estufa, y al salir la flama, pensé que ella me diría "Bueno, ya vete, yo sigo prendiendo la estufa siempre.", pero no, la apagó inmediatamente y al unísono algo dentro de mí entro en pánico.

¿Por qué los padres te hacían tenerle miedo o temor a la estufa cuando eres niño y te prohiben acercarte a ella, si cuando creces un poco más te obligan a hacer lo contrario?

Yo sólo podía ver fuego delante de mí.
Yo que soy nacida bajo la casa de Acuario, le tengo pánico al elemento fuego, siempre ha sido así.

Mamufa me dio la caja de cerillos y me miró fijamente.

Prendí el cerillo con todo el miedo posible, mientras mi otra mano temblando giraba la perilla del gas, y al tratar de acercar el cerillo, su mecha se consumió toda y la llama alcanzó mis dedos y los quemó.
Tiré inmediatamente el cerillo y apagué el gas.
Volteé a ve a Mamufa con lágrimas en los ojos y le dije que no podía.
Ella me dijo: "Te vas a quedar aquí, y vas a tratar una y otra vez hasta que puedas hacerlo. Es por tu bien. Yo me voy por mientras a lavar la ropa.".

Sólo Deus sabe cuántos cerillos prendí esa tarde, cuánto gas se escapó mientras giraba la perilla abriéndola, y cuán quemados quedaron mis dedos al tratar de prenderla una y otra vez.

Y mientras las lágrimas del dolor quemaban mis mejillas, yo sólo pensaba en que Mamufa me odiaba y quería lastimarme, porque de lo contrario, no me tendría de pie haciendo algo que ella sabía hacer a la perfección y sin lastimarse.

En algún momento de la tarde, por alguna extraña razón, el gas y la chispa del cerillo hicieron click, y delante de mí se creó un círculo azul de fuego.

Años, muchos años más tarde de ése episodio me encontré en mi cubículo laboral leyendo una Sentencia -parcialmente- a favor mío, pero ése parcialmente y nada eran casi lo mismo.

No puedo negar que me da pánico la idea de que cada día que pasa tengo más responsabilidades laborales, mi jefe dice que me está preparando para que el día -el cual espero llegue dentro de muchos años más- él se retire, yo tome su lugar y me quede al frente del bufete jurídico para el cual trabajo.

Y mi problema, en gran medida de inseguridad, radica en que mis ambiciones no son llegar a ser jefe un día.
Yo siempre he creído que soy una excelente mano derecha.
Soy increíblemente buena obedeciendo órdenes, captando ideas y plasmándolas en una hoja en blanco.
Pero..... siempre he dudado mucho de mi capacidad para estar al frente de algo.
Siempre he creído que no soy tan buena al frente, como lo soy a un lado.
Y no es falsa modestia, sino realismo.

Estoy acostumbrada a que el jefe sea quien lleve los asuntos importantes de la oficina, me de indicaciones, o en su caso, me dicte los razonamientos.

Hace dos semanas, llegó una Sentencia en contra, y yo fui al cubículo del jefe a hacérselo saber, y a preguntarle cuándo íbamos a trabajar en la apelación.
Él nisiquiera miró la sentencia, nisiquiera me miró a los ojos, sólo dijo mientras revisaba otros documentos: "No voy a ayudarte en nada de ese asunto, hazlo tú sola, este momento debía llegar algún día.".

Yo sentí nuevamente el mismo pánico que de niña sentí cuando Mamufa me dejó sola frente a la estufa y con la caja de cerillos en mis manos.

Duré una semana entera sin querer leer detenidamente la Sentencia... sólo la última hoja que decía: "No procede, no procede, no procede y procede parcialmente.".

Hasta que, con el reloj en contra, decidí enfrentarme a la Sentencia, durar horas leyendo el expediente entero,horas leyendo el Código, horas haciendo anotaciones y horas frente a mi lap, recibiendo el dictado que me hacía mi propia mente de todo lo aprendido con el jefe.

El viernes metí la apelación al Juzgado.

No sé si vaya a ganar la Segunda Instancia o no, sólo puedo decir que..... en estos momentos, vuelvo a sentir la misma satisfacción que de niña sentí, cuando mis dedos quedaron quemados tras varios intentos fallidos de prender la estufa, pero delante de mí había una llama azul de fuego.


11 comentarios:

Hermes dijo...

Aunque pasen los años, los sucesos se siguen entrelazando. Estoy seguro que puedes ser una buena jefa :)

El hombre del traje gris dijo...

A nosotros realmente nunca nos prohibieron acercarnos a la cocina, solo cuando freían algo y brincaba el aceite. La cuestion de los cerillos me parecia bastante divertida jeje y pues no tuvo mucho chiste tomar un dia la caja de cerillos e intentarlo, no pasaba de que la velocidad no fuera la suficiente. Lo que si no me gustaba prender hasta mucho tiempo despues fue el boiler, lo bueno que para ese entonces ya habia encendedores de esos largos :p

y de los juzgados mejor ni mi acuerdo...

Ardilla... dijo...

Si ya fuiste sola con el señor que vivía haciendo hoyos en su casa buscando un maravilloso tesoro y mientras tanto coleccionaba gatos callejeros, yo creo que una demanda es lo de menos.

Abrazo.

Zu dijo...

Me gusto. Y soy como tu, no nací para jefe, pero en mi caso lo malo es que como subalterna soy bastante altanera y siempre estoy desafiando la autoridad.
Pinche personalidad de calabaza.
Que la balanza se incline a tu favor y ahi me lleva$$ jeje

pez dijo...

seguramente no venden periódicos en Salamanchester, jeje, pues basta con tomar una hoja, hacerla churro, encenderla con el cerillo y acercar el churro a la flama

ok, miéntamela, jajaja

de lo otro, ni te p-r-e-o-c-u-p-e-s

los últimos 16 años he tenido como jefes a puro pendejo, que son buenos para cobrar, buenos para pendejearlo a uno, y que son unos imbéciles. Ah, eso sí, son amigos del gran jefe.

también tuve como jefes a otros que mis respetos. Mi primer jefe me hinco ante él. Lo máximo. Lo malo fue que renuncié yo a ese trabajo.

Rogelio Segovia dijo...

¡Puede Volar; puede volar!

Mr. Zeus dijo...

Pues a mí me parece que es muy bueno que alguien te enseñe algo que parece fácil pero que ante la mirada inexperta parece no serlo. Te da confianza para pasar a cosas más grandes. La chispa adecuada me recuerda las noches Bohemias en la Universidad.
Tu relato me recuerda que algún día necesitaré un buen abogado... de mi parte jajajaja

jess dijo...

Hermes, fíjate que precisamente en éso estaba pensando durante todo este mes.... El pasado nos condena :)
Gracias por las porras!!!
Saludos!!!


Pupilo, ora!! jajajaja ahí si querías decirme inútil ehhhh??? jajajaja pues yo crecí con un pánico hacia la cocina... shu shuuuuu!!!
jaja y tranquis, los juzgados, estando en las manos adecuadas, no son tan malos ;)
Saluditos!!!


Diya, deja tú éso... soportar que la gente pasara y me dijera "descorazonada" goeeeee!! jaaaa! de todo ha habido en la viña del Señor :)
Gracias Nanita!!!


Zu, jajaja no conozco a ningún subordinado que no sea medio terco jajajajaja...... aunque sigo insistiendo que donde más brillo es de lado... eeeen fin! a ver qué dice la Segunda Instancia!! :D
wiiiiiiiiii!
Abrazote Mana!!



jess dijo...

Pez, ..... muy amable tu comentario!! jajaja amablemente doble diría yo! jajaja.... veré si mi pendejismo me hace ser buena jefa, llegado el momento... :P
Y pues eso pasa en empresas, cuando ofreces servicios al público en general tá más cabrona la cosa... snif.....
Besos virtuales!!!!!!!!!!!
Muuuuuuaaaaaccccccccckkkkkkk!!!


joven De la Porra, ando volando, ando volando..... y mañana, lo será literalmente ;D
Saluditos túuuuuu!!!!!!



Ragazzo, pues digamos que en esas ando, echando a perder y aprendiendo jejejeje, y síiiiii!!! qué tiempos aquéllos... bueno, al menos de mi parte que ya van unos cuantos años jejejej...
Y pásele, pásele!! bara, bara por ser para tiiiii!! xD
Abrazo!!!


Grazie Mile por sus comens!!!

Unknown dijo...

Para encender el fuego interior, hay que arder un rato por fuera...

Ergo Or-gu-llo-sa de usted señorita Jess : )

jess dijo...

Querida Crayola,

Toda yo estoy consumida en el fuego perenne de ésa hoguera.... :)

Abrazote! :D