viernes, 6 de julio de 2018

De política y cosas peores.

La primera vez que voté para Presidente de la República, justo acababa de cumplir 18 años.

 Aún recuerdo iba sola y estaba formada atrás de un señor que iba cargando a su pequeño hijo, y el hijo le decía: "¿Papá por quién vas a votar?", y el señor le respondía: "Por Fox hijo, tenemos que sacar al PRI del poder, tenemos que buscar un mejor país, para ti, para tu mamá y para mí, ¿Tú crees que ganemos?", y el niño le respondió lleno de euforia: "Sí, papá! Sí ganaremos!"

La verdad... es que yo voté por Cuauhtémoc Cárdenas.
Porque era joven, tímida, inocente y tenía ideas rebeldes revolucionarias, que el tiempo, tan sabio, ha ido moldeando a la realidad del país, sin que pueda decirse que han dejado de ser rebeldes y revolucionarias en un sentido más racional y dinámico, como lo fue la Revolución Industrial, y no al estilo de la Revolución Mexicana de 1910.

Y bueno, el resto fue historia.

Vicente Fox Quesada, estemos de acuerdo o no con su sexenio, pasará a la historia como el candidato que terminó con 71 años de absolutismo priísta del país, como el candidato que manejó la administración pública como la administración de una empresa capitalista, porque de que Fox fue un empresario exitoso, no hay nadie que pueda negarlo.

Ahora Andrés Manuel López Obrador, tiene el sueño de crear una cuarta transformación del país. Cada uno puede reírse, indignarse o creer en ese sueño. A fin de cuentas, "I have a dream", dijo uno de los hombres más trascendentes en la historia de los Vecinos del Norte, y esa frase fue el inicio de una verdadera transformación de los derechos civiles norteamericanos, tan clasificados y divididos inequitativamente tan sólo hace poco más de 50 años, por algo tan ridículo e intrascendente como el color de nuestra piel.

AMLO, llega al frente de un país mutilado, desfalcado, desmoralizado, con un grave problema de inseguridad y de corrupción, pero llega con una mayoría en el Congreso, en Gobernaturas y Alcaldías, vamos, en palabras comunes, tendrá un poder casi absolutista para el manejo del país.

Y es aquí, donde tiene la obligación política y moral, no de hacer el cambio que tanto prometió, porque es imposible cambiar un país en seis años, sino de poner los fuertes cimientos que pudieran darle una directriz nueva a nuestra República.

Sólo el tiempo dirá, cómo será recordado.
Si estuvo a la par del Benemérito de las Américas, de Nicolás Maduro, o simplemente de un fuego fatuo.

4 comentarios:

Unknown dijo...

Hola.

Cómo has estado??

Ni siquiera he podido acceder a mi cuenta. Hasta olvidé la contraseña.

Saludos.

jess dijo...

Hola desconocido/a.

He estado bien.
Snifeando, pero bien.

Viviendo, aprendiendo, conociendo, sintiéndome viva y pagando el precio.

Saludos.

Unknown dijo...

El PRA32A, pero ahora con 41A

jess dijo...

Heyyyy! CAK!! Qué gusto saber de ti! pues yo... ya tengo 36 tiruriru.

Y han pasado tantísimas cosas!!! ¿me pasas tu mail o algo de contacto?