Felicidad Forzada.

El fin pasado mi padre, mis hermanos y yo acudimos a Guanajuato capital.

Y en una tienda de licores se obsequiaban muestras gratis a los transeúntes más guapos jijiji.... y ya sabrán los dichos al respecto: "A la gorra, ni quien le corra" y "Dadas, hasta puñaladas", así que yo me dejé ir directamente con la amable señorita a preguntarle de qué sabor tenía, entre los cuales, destacaron "Licor de café" (que ya tengo en mi rincón etílico hogareño jiji) y "Nuez de Macadamia", de éste último, me dijo la señorita que iba a abrir otra botella porque la que tenía, ya casi no tenía nada, yo volteé a ver la botella y visualicé unas gotas al final, y cuan buena conocedora etílica que soy, grité: "Noooo!! Son las gotas de la felicidad, a mí dame a probar porfas lo que te sobra en esa botella", acto seguido la señorita intentó vaciar el licor restante, pero éste se negaba a salir; alguien sugirió que mejor abrieran la otra botella y yo dije: "Ah no, yo ví que había ahí todavía!, así que hay que pegarle a la botella para que salgan".... y voilá!

Ardilla: Jess, no puedes forzar a la felicidad para que llegue a tu vida....

Jess: Jaaa! ¿qué no viste acaso cómo sí la forcé?

Ardilla: .... Estás loca..... :/


Así que a partir del sábado pasado, la felicidad ha llegado a mi vida.
Sí que sí!

... Y sabe a licor.