lunes, 1 de noviembre de 2010

362 días con Él.

"There was a game we used to play
We would hit the town on friday night
And stay in bed until sunday."
Just my imagination. The cranberries.

Hubo un quarter back muy conocido en estos rumbos.
Todo el mundo lo conocía como Summers.

Summers era reserva del equipo, y una lesión en el mariscal de campo titular, hizo que Summers dejara las toallas y jugara en el campo.
Aún en contra de todas las predicciones de los conocedores, Summers tenía un gran don para completar jugadas con su receptor derecho.

Todo el mundo sabía que juntos, eran dinamita y hacían estallar las canchas estudiantiles.

Debido a ello Summers ganó el premio al novato del año.
Los doctores decían que el quarter back titular del equipo, duraría 500 días antes de volver a tocar la pelota.
Pero no fue así.
La lesión del capitán del equipo sanó rápidamente y en 362 días, estuvo listo para volver a jugar con su equipo.

El coach le hizo saber a Summers que volvería a ser reserva, pero que no debería estar triste debido a que el premio de novato del año, no le sería arrebatado nunca.

Summers se quedó en los vestidores esa noche.
Volteó a la cancha y recordó sus glorias como quarter back del equipo.
Se dio cuenta de que tenía el don de jugar en algo mayor que en simples reservas.
Pero una parte de él soñaba con haber festejado su juego número 500 en un restaurante clásico de una ciudad vecina.

Cuando la noche avanzó, él seguía en el vestidor, pensando en el día número 500 y en lo que para él significaba haber ido a ese lugar a festejar.

Aún cuando iba en contra de su orgullo, se arrodilló debido a la impotencia, tomó su camiseta con el número 47 en la espalda, y en ella ahogó el llanto que carcomía a su alma.

Esa noche, Summers renunció al equipo.